Para Aristóteles la estética o belleza no se relaciona con lo que es agradable a los sentidos, porque es objeto de contemplación y no de deseo.
Lo que es bello agrada porque es bueno, quiere decir que lo bello es lo bueno, aunque lo bueno también implica movimiento y no solamente lo estático.
Las formas principales de la belleza son la simetría, el tamaño, el orden y la delimitación.
Lo feo en el arte, por ejemplo en la comedia, es lo ridículo, lo erróneo que no tiene forma, que es inocente e inofensivo y sólo puede significar arte en su conjunto.
El arte siempre produce algo, imita y completa a la naturaleza. Al igual que Platón, Aristóteles propone que la esencia de las bellas artes es la imitación imaginaria del mundo real, pero para Aristóteles éstas no son copia de otra copia, según propone Platón que cree que la idea de lo real es trascendente y las cosas son ilusorias, sino copia de las cosas reales.
Para Aristóteles, un artista trata de descubrir el elemento universal de las cosas.
En la tragedia los personajes aparecen como mejores que los protagonistas de la vida real actual; y en la comedia como peores, ridiculizando o exagerando los hechos y sus caracteres.
Para el hombre es un goce imitar a la naturaleza y el hombre se puede llegar a complacer en ver representaciones de realidades penosas, pero este placer puede deberse al hecho de verse identificado con ellas o bien de ver representado en la ficción a alguien que conocemos.
Para Sócrates tiene más valor la poesía que la historia, porque la historia se caracteriza por su singularidad, a través de hechos que le ocurren a alguien en particular que se destaca en un momento dado, en tanto que la poesía se refiere a los universales, pero no abstractos como los que trata la filosofía.
Por eso, el objetivo de un poeta no es describir un hecho sino lo que podría suceder en forma probable o necesariamente frente a un hecho, teniendo estos hechos por si mismos una importancia secundaria.
La música la considera el arte más imitativa de todas las demás, un juguete para los mayores, según él; pero ayuda a formar el carácter, mientras que el arte de la pintura expresa el modo de pensar o la moralidad de cada época.
La música es principalmente un arte movilizador de emociones pero según este filósofo apenas pertenece a la estética, siendo lo más importante de ella su ritmo, el cual es el que refleja con mayor fidelidad los caracteres de los personajes teatrales y las situaciones.
El dibujo y la música son actividades artísticas de gran utilidad en la educación y la moral y también en el aspecto recreativo.
Para Aristóteles el propósito fundamental de la tragedia es su argumento o trama, ya que los personajes se ajustan a la acción.
La tragedia es una imitación de la vida, su felicidad y sus miserias. Tiene la capacidad de enunciar a través del discurso de sus personajes proposiciones universales, siendo la melodía un accesorio importante.
La escenografía no es tan importante y no se relaciona con el arte poético.
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